Resistol
Para la legislación hondureña, el resistol no es una droga, sino una sustancia tóxica. Su principio activo, el tolueno, un derivado de los hidrocarburos, genera una terrible adicción y graves perjuicios. Atrofia cerebral progresiva, distorsión de la realidad, alucinaciones auditivas, ralentización de reflejos y dificultades para caminar, problemas en la fase de crecimiento, temblores, daños en los órganos vitales, anemias, etcétera. Y a nivel psíquico provoca agresividad, depresión, pánico, angustia, pérdida de la autoestima, abandono o, incluso, el suicidio. “Además están los efectos del síndrome de abstinencia: dolores de cabeza y de estómago, insomnio, ansiedad... Muchos se convierten en discapacitados mentales y, al encontrarse bajo los efectos del pegamento, son incapaces de realizar trabajos normales”, afirma el director de Incidencias y Proyectos de Casa Alianza, el doctor Ugaldo Herrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario